miércoles, 11 de diciembre de 2013

Estado de Miedo

Quieta, clavada en el piso, la vista no hace poco en ningún lado y todo se mueve lentamente, no existe el sonido a su alrededor.
De repente la golpea alguien que corre al su alrededor, empieza a sentir el calor de la basura prendida fuego.
Ve nenes correr, otros llorando, ve nenes robando que ya no son más nenes, luego de esa noche.
Una decisión incorrecta la llevo a ese lugar, un giro en una esquina que no debió ser.
De repente el miedo apoderada de ella no la deja moverse, salvo para temblar.
No le salen las palabras salvo, pero las lagrimas empiezan a brotar de sus ojos.
No puede creer lo que ve, parada frente a la gran cadena de supermercados, ve a vecinos y desconocidos enfrentarse con palos a otros vecinos y desconocidos.
Otro nene pasa por su izquierda, cargando un televisor 3d... su cara de felicidad era similar a la que ella ponía cuando llegaba navidad a sus 5 o 6 años, la inocencia y la llegada de lo anhelado por haberse portado bien durante todo el año, pero en este caso, es felicidad no tenía la misma inocencia, era una felicidad corrompida, mostraba que era impune en sus actos y que había salido victorioso, que había obtenido eso que quería aunque ni sabia como usarlo.
Y una nena embarazada la golpeo al pasar por su derecha...llevaba la misma expresión que tanto la atemorizaba y en sus manos unas botellas de alcohol...ropitas para el bebe? no... botellas de alcohol...
Entonces apareció él, su voz al gritar su nombre la sacudió, él estaba con ella, en ese infierno, ahora temía por los 2, por ser también victimas de la locura por la cual estaban atravesando, pero él la rescató, corrió hacia ella, la levanto de la cintura, y corrió lejos de allí, de la locura y de las balas de goma, corrió 2 cuadras con ella muda y en alzas, con las lagrimas que no paraban de correr por sus mejillas.
Finalmente la sentó en la puerta de una casa, la miró a la cara y la trajo a tierra. Ella no paro de contarle todo lo que había visto, mientras que por atrás se escuchaban las sirenas de las patrullas que iban al lugar de los hechos..
De a poco, el silencio fue recuperando la noche y su corazón empezó a latir con tranquilidad nuevamente. Pero ese fue solo el primer día de guerra.